Respeta cada uno de tus actos, pero también los actos de tus semejantes y Yo te digo: Los actos ajenos y los secretos ajenos, deben respetarse, porque no te corresponden los secretos de los demás. Cada uno tiene que entregar cuentas de sí mismo y nadie te ayudará a que nada ni nadie te atemorice. Tú mismo tendrás que responder de tus propias obras y por lo tanto no debes hablar de lo ajeno, porque lo ajeno no te corresponde. Cada uno debe hablar solamente de lo que ha hecho, de sus propios actos: Pero he allí que es lo que más calla la humanidad. Humanidad, humanidad que te tropiezas con las piedras de los defectos ajenos y quieres que tus grandes peñas sean diamantes, sólo porque son tuyas.
A la humanidad le faltan otros ayes, un ay que estremecerá al mundo. Un ay de dolor que repercutirá en este pequeño y pobre planeta. Un ay desgarrador, aparte de otros ayes pequeños. Será este gran ay, entonces recordarás cuanto te he dicho; pero puedes empezar a modificar la morada del alma. Porque nadie, sólo tú edificarás o más bien dicho, reedificarás la morada del espíritu. Despierta los sentidos sutiles de orientación espiritual, pidiendo al Padre la Luz de la Verdad que te alumbre, así sanarás de los males que te aquejan y que provienen de los grandes males.
Cuando Me digas: Señor, he regenerado a una mujer, he regenerado a dos, he regenerado a tres, entonces te daré una Luz para el alma, una Bendición para tu felicidad y una Flor para ti, oh hombre que hayas regenerado a tres. Una Luz, una Bendición y una Flor. Fíjate bien si has tomado nota de las tres: Luz, Bendición y Flor para el alma de aquel que Me presente tres regeneradas por su labor. En vez de tomarlas para hablar de cosas triviales o poco dignas, toma la parte que necesites para hablarle del alma. Háblales del Gran Amor de Dios que les tiene, por ser sus hijas. Diles: ¿No sabes que necesitas regeneración para tu alma cuando sea desprendida de tu cuerpo? ¿No sabes que Jesucristo te ama y te compadece? Si vieras de qué manera te ama, de qué manera trata de consolarte en tus tristezas cuando el mundo te desprecia. El Espera siempre a tu alma para redimirla.
Lo que Yo busco en ti está, el Hijo del Rey, el Hijo del Altísimo, por eso Yo que Soy el Enviado de Mi Padre Celestial, busco a todos aquellos que tienen la imagen espiritual de Dios. En cada hombre existe la espiritual imagen del Creador. En el interior del hombre existen supremas bellezas: Allí la primavera, allí la imagen bella del Invisible del Ser Supremo, allí la belleza de la Luz de Dios, por eso quiero reunir toda la Luz del Universo entero, la Luz de Dios. Uniéndose los hombres la Luz vuelve a su sitio primero, que es el Universo.
No te has visto a ti mismo interiormente, por eso te pierdes en la corriente materialista del mundo. No has visto que la imagen de Dios está esperando poder manifestarse en ti, para que la vida interior se manifieste también natural y dulcemente "en tu vida exterior. Dedica unos momentos de tu vida y penetra al silencio de donde procede Mi mensaje. Tú no has sabido ver en tu interior lo que eres y lo que tienes, no puedes ver que en ti está la vibración de esa Luz Maravillosa. Busca la Luz de Dios, en ti la encontrarás. Esa Luz de Dios es una potencia en cada hombre. Una Potencia de Sabiduría y de Amor; para eso se necesita que la arcilla esté trabajada y pulida en la nobleza purificada en el crisol de la elevación. Se necesita que se haya engrandecido con las buenas obras, sólo así se manifestará la vida espiritual y será una realidad en el hombre; pero te encuentro siempre muy poco Mío y muy del mundo, agitado en todas las cosas que son muy tuyas y que te apartan de Mí.
Vengo a invitarte dulcemente a que hagas conciencia de ti mismo y a decirte, a preguntarte: ¿Hasta cuándo dejarás que el agua de la gracia apague los rencores, el fuego de la maldad, que han encendido y encienden los moradores de la tierra, con el movimiento de los labios que hieren corazones? ¿Qué hará el Maestro que te ama, para que veas la realidad? El Maestro que te ama, te dice: Mientras el hombre quiera ver su vida separada de la Gran Vida, poco verás.
Deja descansar tus ojos de leer tantas teorías de los escritores mundanos. Deja descansar tu mente de tus suposiciones, ven y dale un poco de descanso a tu inteligencia, según dices tú. Dale un poco de descanso a tu mente niña, a tu pequeña mente en el oasis de Mi cátedra espiritual; un poco de descanso en la fortaleza de esta palabra que tiene Luz y Vida. Ven a renovar tus fuerzas de odio, con Mis Fuerzas de Amor. Primero apagaré tu fuego y luego encenderé el Mío. Fíjate bien, primero se acabarán tus fuerzas; porque vendrán unos odios, pero después Mi Amor cambiará, quitará tus fuerzas para poner las fuerzas de Mi Amor en tu existencia
Si Dios fuera visible, oh Mi pueblo, si solamente fuera visible tal como tú quieres y deseas, no sería Nuestro Padre Dios, el Supremo Arquitecto, el Dador de la Infinita Vida. A Dios lo ves, pero no como tú quieres. Búscalo en todo lo Sublime, en la Grandeza, en lo Divino, en todo aquello que es Alto, Supremo, Elevado, Espiritual, Exquisito. Búscalo en lo Superior, en la Naturaleza, en la Creación, en la piedad, en la nobleza, en esa parte dulce y bella de la vida, en la bondad.
¿No has pensado buscarlo en la ternura? ¿No has pensado buscarlo en el perdón, en el amor, en el cual tiene su placentera potencia?
Dios está manifestado en el Universo, para el hombre que espiritualiza sus sentidos, para el que sabe buscarlo.
El hombre es quien hace los misterios, las enfermedades. Las enfermedades existen en la mente primero y después en el cuerpo; en la mente está lo que el hombre quiere. Si quieres que te pregunte y a la vez puedas contestar y ser intermediario entre los hombres, necesitas pedir Luz al Supremo Sabio, porque sin Él, nada eres.
Al que sufre, Yo lo consuelo, pero aquel que sufre resignadamente sin esperar la venganza, Yo lo consolaré tres veces y muchas veces lo bendeciré.
Bendito aquel que deja que su sufrimiento se escape en el espacio infinito, sin pedir que el dolor llegue al que lo hirió.
Bendito aquel que nada reclama y que nada pide, porque en la altura de la espiritualidad se encuentra. Bendito el que se olvida de su propio dolor.
Qué belleza, qué grandeza aquella que se eleva diciendo Mi dolor no cuenta, mi dolor se olvida ... Entonces, sí, tu dolor se convierte en Luz.
Olvidar el dolor propio, unir todos los dolores en un sólo corazón.
Pero sepa que cuando se siente el dolor ajeno es porque ya se ha perdido el poder de herir. Mientras el hombre es hiriente, no puede curar las heridas que otros causan a sus semejantes. Antes de que se sienta el dolor ajeno, primeramente, se empieza por no causar dolor. La primera lección está en no causarlo, después se eleva el entendimiento y una vez elevado, no sólo no se causa, sino que se siente el dolor de los demás. Elévate hasta este grado y tendrás parte Conmigo en el Reino de la Luz y de: la Vida. Fíjate que todos son grados de intensidad y de altitud.
Mientras el corazón y la mente humanas estén envueltos en sombras, el hombre no podrá sentir el dolor de los demás, sincera y verdaderamente, hasta que deje de dañar a sus prójimos.
Yo no solamente vengo a instruirte sino a defenderte de ti mismo, porque tú sólo te has convertido en tu propio verdugo, hundiéndote en el fango de las pasiones y del materialismo, no obstante que tienes en ti un tesoro de sublimidad y de grandeza. Tienes tu Reino y el Rey dentro de ti. El universo entero está en tu interno.
Mi Padre no Me ha enviado a juzgarte. Yo no te juzgo: ¿Quién puede juzgarte que sea más grande que Yo? Entonces amado Mío, perdonaos los unos a los otros, con el amor con que Yo en nombre de Mi Amor, te pido que perdones y ames. ¿Espera que hayas entendido?
Para poder filosofar la maravilla que une al Cielo y a la tierra, al hombre y a Dios, cuanto más profunda sea la herida, más intensamente debe amarse al que hiere. Si, amado Mío. ¿Qué gracia haces cuando das lo mismo que recibes? Gracia en el hombre, es amar, no sólo a los que le aman, sino aquellos que le detestan y le destrozan. Aquel que siga destrozando a sus semejantes, se hará acreedor a la Justicia de la Ley. El mismo labrará su propio dolor.
¿Quieres regalarme el olvido de tu dolor? Así vas a demostrarme que eres cristiano, amado ven aquí, corazón que te desbordas de emoción y de impresión, pequeñito Mío.
Desde estos momentos y desde esta noche te queda prohibido el más pequeño recordatorio del ayer, la más pequeña frase alusiva a los sucesos pasados.
El hombre empieza con sus primeras encarnaciones con una vida casi animalizada, llena de tinieblas, llena de desamor. No conoce lo que es el amor, ni lo que es la caridad, ni practica la bondad porque no es iluminado todavía en la Luz de la Verdad y de la Sabiduría. Va dejando sus huellas al empezar a hacer su historia, principia desde esa vida inferior. Eso es el principio de tu historia. Desarrollándose van los acontecimientos, pasa aquella vida, las primeras encarnaciones casi son inútiles, porque no hace nada en provecho espiritual. Pasa aquellas vidas en sombras, ocupado solamente en las cosas pasajeras, que no son realidad; en las cosas de quimera en que vives.
Después de aquella vida en que has dejado un capítulo en tu historia, tiene un tiempo como desencarnado para seguir resolviendo los problemas de los mundos, porque más allá del velo, también te esperan problemas que resolver. La gran escala ascendente no sólo corresponde a este mundo, también al astral, es parte importante y vital de esa escala.
Cada encarnación forma un capítulo de historia que hace como encarnado y sigues tejiendo historia y haciendo capítulos en tus distintas encarnaciones, y sigues ampliando tu conciencia en la tierra y en el astral y sigues llenando tu mente de experiencias. Capacitándote siempre en la vida ascendente, vas en el progreso. ¡Cuántas encarnaciones, cuántas! sin poder contarlas, lo sientes sin llenar tu cuenta, lo adivinas. Después de muchas vidas va siendo movido tu sentimiento por los reflejos de la espiritualidad, belleza que perdura cuando la Luz del pensamiento de caridad, hace que tu vida sea noble. Vas pensando en elevación, que tú no eres la carne, que no solamente se vive para la materia: que no solamente se vive una vida en el cuerpo. Te das cuenta que es necesaria la evolución de la conciencia y vas entrando al templo espiritual del conocimiento que es la parte interior e invisible en donde vas haciendo conciencia que necesitas para tu propio progreso, resolviendo problemas como encarnado y como desencarnado. Vas haciendo blanca tu voluntad, vas ampliando tu conciencia y haciendo cada vez más limpia tu mente.
Soy inseparable de tu alma, porque Soy tu Redentor. Soy inseparable de tu corazón. Soy inseparable de tu vida, porque estoy ligado a ella. Soy inseparable de tu mundo, porque aquí está registrada Mi existencia y Mi enseñanza. Cada Redentor está unificado y ligado con Santa liga. Ligado por amor a su mundo redimido. Cada Maestro está unido a sus discípulos y al corazón de ellos, parvulillo del Cristo, aunque dudes de Mi Verdad, por ahora, Mi Verdad llegará a ti. Todo está ligado en el gran universo.
En los momentos en que las facultades entran en éxtasis, ese éxtasis, de que los hombres hablan sin llegar a comprender que es un abandono de la materia y un momento de espiritualidad, sin llegar a comprender su verdadera causa, sin saber lo que es y cómo se verifica el éxtasis. Yo te digo que esa es la manera de hacer efectiva Mi comunicación espiritual en la faz de la tierra. En ese momento, en que las facultades son altamente receptivas, están haciendo un trabajo superior. Así como tu aparato está grabando, los cerebros reciben, interpretan y a la vez transmiten Mi mensaje. Si los hombres en el planeta hacen aparatos, Mi Padre Dios hace los suyos de espíritu y materia y son mejores que tus aparatos. Llegarán los tiempos en que los hombres inventen excelentes aparatos que reciban el pensamiento y tengan manifestaciones exactas del saber humano; pero no serán como los aparatos que Dios ha formado no darán el mensaje sonante, jamás se igualarán a la obra de Dios.
En los capítulos de tus diferentes vidas: ¿Qué es lo que has hecho? Si tú sabes que todo está grabado, cada una de tus obras, cuando mientes, produces sombra; cuando hablas Verdad, produces Luz; cuando das desamor, negativo eres; cuando das amor, positivo y musical serás. Oh humano, solamente la bondad te hace musical. Solamente la dulzura te llena de armonía. ¡Solamente la nobleza te da Luz!
Mi palabra es una Realidad, no una quimera. Yo Soy pensamiento, la Realidad que se despierta, la Luz que acaricia tus ojos y llega hasta tu corazón Soy Jesús Enviado de Dios, el hijo de María; pero no incorporado, ni siquiera cercano a la materia. Es sólo Mi pensamiento.
Si estás triste, entrégate a los demás y quedarás contento. Si sientes en la vida una honda soledad, entrégate a los demás y te sentirás feliz. La manera de vivir bien es salirse del círculo de sí mismo. Rompe el círculo de ti mismo y vive para los demás, entonces serás feliz. Por eso, Aquel que sabe lo que dice y lo escribió, dijo "Yo he sido la noche y el día, la sombra y la Luz". Esto se dice cuando la conciencia espiritualizada ya entra en el concierto del universo para hacer su libro magnífico del espíritu.
Así como ves en las pantallas de los hombres, lo que es ante tus ojos, maravillosas películas, verás tu propia obra desde el principio de tu evolución hasta tus últimos días. Frente a lo que hiciste, estarás porque en cada vida se permitirá, si tú quieres, ver el capítulo de tu vida, ya que cada una es un capítulo, tal como ya te lo he dicho. La vida te reserva sorpresas en un futuro y dirás: Por qué no hice esto o yo haré aquello. Todo lo dirás y lo veras.
En tu aura mental tienes todas las riquezas que Yo te he dejado. Memoriza y allí encontrarás el libro de las riquezas, memoriza y encontrarás grandezas, búscame y Me hallarás también.
Yo no voy a repudiarte humanidad, cuando tú pecas, tú sólo te castigas. Cada error te mancha, cuando te rebajas hasta el materialismo y la maldad, no Me rebajas a Mí, sino a ti mismo. Cuando traicionas al Cristo que mora en ti, no Me llegan tus ofensas, el daño te lo haces tú mismo retardando tu ascenso espiritual. Lloras tus equivocaciones, pero no te corriges. Crees en Mi cuando te conviene y dudas cuando también te conviene.
Hijo Mío, almita atribulada. Yo Soy Aquel que los hombres conocen con el nombre de "La Luz del Mundo". He aquí el Espíritu que tanto ha amado, a los pecadores. Yo Soy el Redentor, el Salvador de la humanidad, Soy el Cristo de Dios. El único que sin engañarte ni mentir puede ofrecerte el Amor Inmaculado del Eterno Padre porque Soy su Manifestador. Soy el Manifestador del Amor Divino. Yo Soy Aquel que estaré siempre con los que sufren y los que lloran. Vengan a Mí los tristes; los caídos, los pecadores, los pobres y todo aquel que necesite amor y consuelo. Yo Soy el que puede hablarte sin engaños y consolarte verdaderamente. Soy la Luz de las prisiones, el amigo de los niños y la esperanza de los ancianos. Ya sabes ahora quien Soy Yo. En los altares están a Mi semejanza algunas imágenes que están muy lejos de la realidad, pero vivo más claramente en la conciencia de los hombres. Soy Aquel que naciera en Belén y muriera en la cruz, por el amor a la humanidad. Soy Aquel que el hombre recuerda en noche buena y en Mi nombre guarda unos momentos de silencio, dedica unas horas para el amor, el amor y la conciliación. Soy Aquel que vine a la tierra para enseñar a amar y perdonar. Soy el que te perdonó cuando Me traicionaste, traicionando a tus hermanos. Soy el Cristo, Soy el Amor, Soy la Verdad, Camino y Vida. Soy Aquel que muchas veces quiso mover tu corazón para el bien y no Me escuchaste, no Me sentiste y seguiste tus instintos, olvidándote de la voz interna de tu conciencia que siempre te marcó el buen camino. Te olvidaste de Mí que Estoy en ti. Esto es lo que perdono en ti, tus olvidos, tu realidad, tus desobediencias: Mas Aquel que es Amor, sólo puede dar Amor y Perdón. Yo perdono la traición de tus desobediencias a las Leyes Supremas. Ya sabes que El que murió en la cruz, bendijo también a sus perseguidores.
Corazón atribulado que no te equivocas al poner en Mí tu confianza, te repito "Yo Soy el consuelo de los niños, de los ancianos, de los tristes, de los pobres y de todo aquel que necesita de amor y de perdón. Soy a semejanza de la paloma de paz que lleva el dulce mensaje. Yo consolaré y acariciaré a tus pequeñuelos faltos de calor maternal. Ellos tendrán calor de vida, calor de amor, calor de Redentor, calor maternal. El Redentor sabe cumplir lo que promete. Los niños son de Jesús y Jesús es de los niños, ellos recibirán el consuelo y la caricia que necesitan. Mi bendición y Mi ternura amorosa es para ti y para ellos, ve en paz, lleva Mi Fortaleza, Mi Luz y Mi Consuelo. Bendito seas.