Las enfermedades físicas vienen del estado de la mente enferma, si sana en ti lo invisible, sanará también la materia.
Fue un tiempo, el tiempo de la frase y este es otro tiempo, el tiempo de la oración por la acción. Ora consolando, curando, acariciando. Ora haciendo lo que Yo hice. Ora en las prácticas cristianas. Ora en la caridad, esto es orar. Sabe orar el que hace ¡oraciones con sus obras.! ¡Oh oración magnífica llena de Luz que elevas tu luminosidad hasta los cielos! Creación que tiene el poder de llegar hasta Dios. ¡Oración de la Caridad, Benditas seas!
¿No sabes que, si tú hablaras a la humanidad con la dulzura con que Yo te hablo, la humanidad se redimiría? ¿No sabes que el Amor puede hacer de los criminales, hombres y mujeres, dulces y buenos? El Amor tiene todas las bellezas del universo, del cielo y de la tierra y los poderes supremos de la Unidad.
Cuando el Amor fructifique en ti, podrás aliviar a los enfermos, consolar a los tristes y conmover a los corazones.
La espiritualidad está por encima de todas las cosas tuyas lo espiritual está por encima de todo lo que tú juzgas aquí bello e importante; por esa alta importancia que lo es de veras, esta palabra te hace un llamado, a que cumplas un destino superior, ese destino de tu Ser.
Cada hombre tiene que llevar a cabo un esfuerzo, primero el esfuerzo que después lo llevará a la realización de muchas cosas que tiene que realizar cada uno. Realizar, resolver problemas en este mundo. En la vida del alma, tienes que resolver otros problemas y en cada plano, en cada estado de conciencia, encuentras que estás rodeado de problemas que tienes que resolver, teniendo así trabajo para siempre. Porque el trabajo espiritual o humano, es la Ley de Dios y el progreso del hombre. Trabajar en cuerpo y alma, trabajar siempre y poner en movimiento el pensamiento buscando la altitud para enviarlo más allá de las nubes, de los astros, para enviarlo hasta Mi Padre Dios, que está en la propia vida de cada uno, a pesar de creerlo tan lejos.
La Gloria no es un lugar determinado. Dios no tiene un Cielo aparte de los hombres. Cielo y Gloria, es lo mismo, pero ni está lejos de ti ni es un sitio apartado.
Busca a Dios en ti mismo; espera y escucha el mensaje que proviene del silencio y cuando empieces a sentir y a escuchar, goza, porque has logrado, has conocido la gloria que te apartará de las lágrimas por la comprensión primero, porque después en ese mismo sendero sigue otra parte que se llama Sinceridad, Lealtad.
Has venido muchas veces animando muchos cuerpos, alentando muchas vidas pasajeras en cuerpo humano. Porque la reencarnación es tan cierta y verdadera, como que existe la Ley de Dios y la Justicia de Equidad. Las Leyes son Leyes y la reencarnación es una Ley. Por eso, si tu pudieras contemplar las imágenes de tus obras y oír lo que has dicho ¿qué pensarías de ello? Pues todo eso lo verá tu alma en cada encarnación, cada vez que cierras los ojos en cada materia que va hacia el sepulcro.
La caridad es acción que brilla maravillosamente, hace su imagen en el espacio, vibra con la belleza de la Luz, porque las obras buenas por sí solas tienen Luz, las malas tienen fuerza negativa.
En ti está el cincel, trabajándote con él, tú mismo pule lo que debes pulir. Tal como te digo a ti, digo a la humanidad: ¿Qué entiendes por cincel? El poder de la mente, ya que la voluntad hace mucho bien al hombre, utilizándolo en su provecho.
Si quieres sentir la Verdad de la Vida del Padre en tu vida, empieza en el silencio a escuchar el santo poema que vendrá como Mensaje Sagrado, este mensaje no te sorprenderá. Es el mensaje que el alma esperaba. Es el mensaje que el Hijo de Dios anhelaba, aunque la carne no lo sepa. Recuerda Mi pueblo que te he dicho: ¡Despierta! porque tú no eres la carne. Por eso te he explicado que vivas con la sola esperanza de saber todo lo que eres más allá de la materia, en donde eres en verdad y vayas no como endeble, no como raquítico, no como débil o enfermo, sino como el Hijo de Dios. Entonces verás tu propia hermosura espiritual, pero ésta sólo la ven los que han llegado a la pureza, a la Jerarquía. Cuando todo se cubre de Luz, es porque la Luz está dentro (Reflexiona en esta enseñanza).
Todo está dentro de la justa medida del sabio, del Señor de la Ley que maneja ángeles, astros, hombres y planetas y todo lo habido y por haber; porque vendrán nuevas cosas que no conoces todavía. Nuevas semillas, nuevas ideas tomarán forma para sorprender tu pequeña mente con nuevas creaciones en tiempos venideros. Por eso te digo que te falta conocer lo mejor, que te falta vivir lo mejor y saber lo más importante que hay que saber.
La Verdad es la Luz de la Vida que viene de Dios. Es de Dios. Te alumbrarás con ella en este fin, humanidad, tu fin evolutivo. Llegará el tiempo en que la mente no necesite ya vestir materia densa. Cuando ese tiempo llegue, cuando no exista la materia pesada, entonces ¡qué bellos serán tus pensamientos! ¡Qué hermosas tus intenciones!
Mientras no quites de tu mente las pequeñeces, no puedes ni siquiera soñar las Verdades que existen sólo en el plano de la Grandeza. A los pequeños se les conoce porque son pequeños en dar, pero quieren ser grandes en recibir, quieren recibir mucho...
¿Sabes que allá en donde no se vive ya en la materia, los ricos se avergüenzan Y quisieran ser pobres? Graba esta enseñanza y pide al Padre que nunca te ponga el peso que hunde, "ni de corona ni de moneda". La riqueza es buena cuando no se ama, pero... ¡es tan difícil!
Pueblo, si tú quieres has oración, nadie te obliga; haz buenas obras. Qué mejor que cuidar a un anciano o un niño, proteger un pobre, salvar una vida o muchas. La mejor oración y la más grande es ofrendar tu vida, si es posible, para salvar otra que peligra.
Del Cielo vine, al Cielo voy, en la tierra estuve para que aprendieras lo que ya te dije y tal vez olvidaste, a hacer la más grande oración de tu vida, aquella en la que sin mover los labios al realizarla y te conviertas en luminaria, alumbrándolo todo. Cuando ofrendas tu vida por un hermano, ya no será un cuerpo, serás una Luz. Esa es la más grande oración, ofrendar la vida por los amigos y por los mal llamados enemigos, por los que te aman y por los que no te aman. Es llevar en el entendimiento indeleblemente la Luz del Cielo y la Ley de Dios.
Una vez más la palabra del Maestro viene a ti para buscar en tu alma la redención y decirte en ésta. Mi palabra que en Dios y por Dios, vives, en su creación te mueves y en Dios, tienes tu Ser. Para decirte que es su esencia la que alimenta tu vida, es su Potencia; la que te anima, en tu Existencia; la causa de tu existencia, es El tu Todo Santo y espiritual; y tu vida es de Su Vida, parte Divina. Exteriorización de la Potencia Amor es Vida, porque el Amor es Luz, porque el amor es fuerza, porque el Amor es la más Sublime Esencia y Substancia, es el Amor el que te da calor y te sostiene, es el Amor la causa del vivir, de la existencia, es el pan de la vida, es la sal y es el dulce, es el agua de gracia, es la Fuente de Verdad, el Amor de Dios en su Creación, manifestado a plenitud de vida y de expresión. El Amor bien entendido en la palabra, es esto lo que te digo y no se confunda con las pasiones pasajeras del hombre mortal en la carne. El Amor existe siempre, puesto que es del alma y con mirada tierna contempla las rocas, los hombres y el germen de la vida.
Este mundo está lleno de cruces y por eso, entre las cruces Mi Cruz fue la mejor: dolorosa, pesada, pero era una Cruz alta, sublime, luminosa, porque Yo hice de las cruces de los hombres Mi Cruz.
Humanidad, escucha por tu bien: Ten piedad de ti misma, humanidad, duélete de ti humanidad amada y escúchame, ¡no sea que quieras hacer las cosas demasiado tarde! No permitas tener distanciamientos. No aceptes enemigos. Por tu propio bien, no te destroces Mi pueblo.
Oh seres, que han tomado los nombres de Seres de Luz, para mixtificar, para hacer trabajos falsos, para hacer creer lo que no existe, Yo los llamo a meditación fíjense en lo que hacen, oh seres turbados, porque todo el dolor que se acuse a otra alma, no hay nada que no se pague en abundancia, encarnados y desencarnados, escuchen el mensaje de Aquél que los ha amado. Nada se queda sin premio, nada sin castigo de sí mismos, de los mismos forjadores de la acción. Toda acción tiene su reacción, toda, desde la más pequeña hasta la más grande.
Encarnados y desencarnados estén en preparación; encarnados y desencarnados, luchen para el removimiento. Vuelvo a decir a estos seres desencarnados que Mi Amor los espera. Así como les digo también digo a los otros: que ni un ápice queda sin la acción y la reacción. Ya saben pues lo que hacen, puesto que, por la obra saben lo que les espera de recompensa.
De cierto te digo: Ay de aquel que se niegue a responder a la corriente sutil y clarísima del Amor, que llama a los Hijos de Dios a la fraternidad. Te he dicho a ti, que es una gran responsabilidad negar el brazo al que va a darlo, porque la vida del hombre debe removerse y transformarse y darse el brazo; el brazo quiere decir la nueva vida.
¿Cómo quieres señalar errores, si estás cargado con los propios? Si quieres irte a la montaña, ve por días, muchos y después desciende de la montaña y habla a los hombres de la tierra con la palabra del Amor infinito, la palabra que da vida y que es pan y agua.
No te vayas a la montaña, en la tierra hay mucho que hacer; te digo que, si vas, desciende de ella para acariciar a la humanidad, no para ver las ingratitudes, no para ver las lacras, desciende para amar y después asciende de nuevo, pero sin dejar de amar a los demás desde las alturas. Esto te digo para que se abran tus sentidos y para que se abran los sentidos de sus semejantes.
El tiempo acorta la tarea para aprender a amar, ya no debes desaprovecharlo. Empieza a amar, porque a eso has venido al mundo. Aprende a amar y a sufrir. Y a sufrir por falta de aprender a amar. El que ama, siempre tiene en cuenta la parte buena de los demás y eso es lo que cuenta, jamás la parte mala de tus semejantes.
Todo corazón triste debe llenarse de amor. Amor santo de las cosas de Dios, ya que, al entregarle de nuevo consuelo a los tristes, se olvidan las cuitas propias.
El corazón que no quiera sufrir, que venga a Mí, que Yo amoroso, sanamente lo recibiré, lo bendigo y lo acaricio, acariciándolo tan amorosamente como se acaricia al que sufre y al que llora. "Consolados serán los que sufren, porque de ellos será y para ellos será el Reino de Luz y de Consolación". Bendito el que sufre, Bendito el que llora.
No creas, auditorio amado, que las almas están a cada momento con los cuerpos. No creas que las almas están con los cuerpos conviviendo horas y horas. Las almas se acercan a los cuerpos para atender sus necesidades, pero después se van a buscar su estudio, su progreso, a trabajar por los demás.
¿Tienes atrición, Mi pueblo amado? ¿Tienes propósito de enmienda, Mi pueblo querido? ¿Tienes voluntad de renovar el corazón, el pensamiento y la obra? ¿Tienes propósito de corregirte a ti mismo? Abre el entendimiento para que des el brazo, a brazo a todo el ausente, ausente de tu fraternidad, de tu palabra de amor y no esperes el mañana que vienen duros acontecimientos. Viene un invierno castigador, como látigo para los enfermos: viene un invierno duro, Mi pueblo, un invierno lleno de enfermedades y de tristezas, un invierno terrible; vienen tiempos grises, humanidad. No permanezcas más en tu rebeldía. Prepárate. Sé noble y sé manso. Sé cómo el pan, Mi pueblo, bueno y sencillo, que alimenta a los demás.
Bendita sea la Esencia, la Presencia y la Potencia de Mi Padre Celestial que mora en ti, de Mi Padre Celestial que mora en cada uno y bendita sea su Santa Voluntad, bendito sea también su pensamiento que Me envía a ti, pueblo bendito de Dios y de Jesús.
No ames a lo mortal, sírvete de ello sin bajar con él a las sombras y a las entrañas de la tierra. No bajes el pensamiento con el cuerpo, ni a las cosas que al cuerpo dan deleite.
Desde pequeño pensaste en todo aquello con agrado, al crecer te complaciste por lo bello de la materia. Toda tu vida la estás sacrificando para dar satisfacción a la materia los deleites que a la materia das, no llegan al Yo Inmortal, sólo se quedan en la parte material. ¿Cómo puedes pensar pueblo querido que tú das siempre a través de la materia alimentos finos y costosos para la materia, tener propiedades para la materia y al Yo al Hijo de Dios y al Ser que tiene un alma por la cual se manifiesta para decir: ¿Yo Soy? ¿Cuándo piensas en él? todo es para la materia, dejando riquezas para la materia y dejando tus listas de encargos. ¿Por qué no piensas esto, pueblo Mío? ¿Por qué no piensas un poco que, si en la materia vives, no por eso es necesario que te materialices más? Dices que mientras tengas materia, no puedes elevarte a las altas regiones siderales. Dices que no puedes porque tienes materializada tu voluntad, porque la conciencia humana mira hacia el cuerpo.
Adoradores de los tesoros, de oro, no seas a semejanza de aquellos que, amando, el polvo, dejan el Cielo. Si sabes que eres Eterno y que utilizas tantos cuerpos cuantos sean necesarios para la conservación de la mente, ¿Por qué no reconoces y no te apartas del materialismo? Eres frío en el amor de Dios por eso, porque estás en un estado de adormecimiento. La materia que ama la materialidad duerme un sueño pesado, a semejanza de la muerte en el sepulcro de las sombras.
Aquellos que saben utilizar la materia a través de la voluntad, que saben usar las fuerzas superiores del espíritu, vendrán a los hombres y los curarán, porque dentro de los hombres emana todo lo que la humanidad necesita para aliviar su dolor. Puedo decirte que en el interior del hombre Inmortal existe un Universo. La Panacea Universal está en la mente interna del hombre y entonces no será necesario que cures a tus enfermos intoxicándolos con medicinas, cuando el poder lo tienes en la fuente oculta de tu Ser. Pero todavía no puedes hacer esto, porque sigues disculpándote, diciendo que eres cuerpo.
Los hombres de la tierra, saben que mientras discuten éstas y aquellas religiones, no triunfarán. El Yo Universal sabe que no hay más Dios que el Omniabarcante que no permite que los hombres discutan por las religiones que el mismo hombre ha hecho. Mi Padre Dios deja que los hombres usen todos los elementos que quieran, pero Mi Padre Dios está dentro de cada religión y dentro de cada hombre. Si comprendes la palabra Omniabarcante, comprenderás que es dentro y fuera de las religiones, dentro y fuera del hombre, dentro y fuera del planeta, pero también en el universo entero. Vive en tu Superior Conciencia, desmaterialízate, espiritualízate. Grato es todo lo que proviene de tu Ser. (Recuerda esta Verdad).
Conmuévete hasta el punto de que tu lira interior se armonice como hijo obediente, con las Leyes del Universo y entonces tú también curarás, tú también amarás. Es tan dulce amar y derramar la bondad en cada corazón que sufre. Pero tú permites que el viento seque las lágrimas de la humanidad ¿Por qué tienes tan duro el corazón? No permitas que el viento seque las lágrimas amargas que hay en tus semejantes, sécalas tú, tú que llevas en el corazón Mi Doctrina. Sécales, Hijo de Dios, tú que conoces el poder del Amor, seca las lágrimas del que sufre y dale esperanzas al desesperanzado.
Debes ver la materia como a la molécula, no como al ídolo. Entonces, pueblo Mío, dignificándote conocerás las grandezas que todavía no llegan a ti, Cuando Yo estuve en la tierra e hice Mi Obra, fue para que tú hicieras lo que Yo hice, tú puedes hacerlo con tu conciencia espiritual. Yo pude hacer más pero no lo hice porque solo quise hacer lo que el hombre puede hacer.
Permitido es que hagas todo lo bueno, no lo grato. No creas que Mis Obras fueron las mejores, ni lo que hice fue todo Mi Poder, no Mi pueblo, sólo hice aquello para poner la medida a tu alcance. Tú en cambio, no puedes hacerlo, porque no vives con la mente y la conciencia espiritual; pero cuando tú vivas así y cuando a través de la materia se manifieste el alma con sus claridades, entonces, pueblo Mío, repetirás Mi Obra porque tú podrás repetirla, ya que el poder de la mente espiritual, tú también la posees. Con la mente sana y la voluntad humana, podrás hacer obra magnífica. Lo grande es como lo grande, lo pequeño a lo pequeño pertenece. Grandes son las obras de la libertad de la mente espiritual, por eso, Mi pueblo, no trates mal a la materia; pero tampoco la justifiques disculpándola, porque tú la manejas, no ella a ti. Aprende, parvulillo a ser Mi discípulo, aprende las Verdades Superiores. Aprende de la Ciencia de la Vida, aprende a amar a la humanidad, para que, haciendo uso de tus poderes, dejes en la tierra la huella de tu paso, como Luz en el camino de los hombres. Dicen los hombres que no quieren venir ¡Conmigo, porque Yo los obligo a que abandonen todo por Mí, hijos y familia! Los hombres dicen tantas cosas que no he dicho. Yo no he dicho que hagas cosas contra la Ley. Yo no he dicho que abandones a tus padres, a tus hijos para espiritualizarte.